DESOBEDIENCIA CIVIL II
En el anterior artículo que divulgamos titulado Desobediencia Civil I, recogimos diversas opiniones y se nos solicitó por parte de muchas, que no solo nos quedáramos en la denuncia, puesto que esta es la parte más fácil de cualquier descontento, sino que diéramos ideas. Nosotros somos esoteristas y por tanto nuestra base cultural y nuestros esquemas morales nada tienen que ver con la política y es probable que adentrarnos en esta materia parezcamos ilusos y visionarios. Pero respondiendo a esta demanda, y de una manera sencillísima, respondemos a cuantos nos lo han solicitado.
Una de las leyes Herméticas dice que todo en el Cosmos es jerarquía. Siempre hay uno más alto y otro mas bajo, uno más inteligente y otro más ignorante, Una galaxia es más grande o más vieja y la otra más pequeña o más joven. No existe nada que no esté sujeto a la Ley, Pero las nuevas investigaciones en Física Cuántica de la que destacaríamos el concepto de Fractal desmiente categóricamente este concepto para hablarnos de un todo homogéneo que destruye el concepto de superior o de inferior, para pasar al proceso de SER O NO SER CONSCIENTE de tu situación en el Todo.
Desde la perspectiva de concebir al Universo como un fractal, que utilizando de nuevo la ley Hermética, nos dice que EL UNO ESTA EN EL TODO Y EL TODO ESTA EN EL UNO, resulta que no puede existir la Jerarquía. Al estar en el Todo o Ser el Todo; Se destruye en sí mismo la idea del individuo y por tanto de la Jerarquía de los Seres Superiores e Inferiores. Basta una insignificante milésima de segundo de vibrar o percibir el Nirvana para darse cuenta que todo es correcto, que todo está y Es en sí mismo sin Jerarquía, que el ego se diluye por la plenitud de una Conciencia donde se confunde definitivamente el tú y el yo para convertirnos en el nosotros.
Pero desgraciadamente en el trabajo en la casa o en el día a día, no estamos en el Nirvana sino en la vorágine de la supervivencia. Vivimos en una tercera dimensión, donde el más fuerte se come al más débil y el más listo se sitúa mejor ante la vida materialista en la que vivimos. Tenemos espíritu de manada. Seguimos adoptando consciente e inconscientemente el modelo etológico de la naturaleza, donde el macho es el más fuerte y mejor dotado y nos da espíritu de superación para luchar e intentar conseguir ese puesto prominente donde ser el más fuerte, nos proporciona hembras. Y las hembras, pelean a muerte para aparearse con el mejor macho y tener hijos superiores. Pelea, selección de especie, perfeccionamiento genético. Estos modelos están en nuestros genes de una manera patológica y no contemplamos otra forma de vida que no sea esta.
Algunos pueden decir que nosotros no somos animales y por tanto el modelo anterior es primitivo, Desgraciadamente el que se nos mueran 70.000 seres de hambre al día, el que destruyamos nuestro propio hábitat y el que tengamos luchas fratricidas desde el principio de la historia nos pone a la cola de ese modelo etológico animal.
Quiero dejar estas reflexiones filosóficas, para adentrarme en cuestiones más mundanas y de andar por casa. Me refiero al modelo político que tenemos en occidente. Según esta adición al espíritu de manada, nos parece normal que haya una casta que domine y otra que sea dominada. Y este concepto obliga a obedecer al que tiene más armas, más argumento, es más guapo o tiene mejores recursos. Incluso las Leyes Divinas inventadas por los hombres, nos dicen que la obediencia es una virtud. En el ejército la obediencia al superior no solo es una virtud sino materia penal si desobedeces. En la Edad Medía era aún más complicado, puesto que se afirmaba que el conde y marques de turno, era por la gracia de Dios y por tanto aceptar el dominio o el derecho de pernada del marqués era de una u otra manera implícita: Obedecer a Dios. Luego llegó la Revolución Francesa y las cosas cambiaron un poco. Descubrimos la democracia, pero aun después del tiempo seguimos en nuestros comportamientos respondiendo al modelo etológico animal y es por esto que me voy al gimnasio para mostrar mi poder muscular y yo me compro un modelo de Prada para diferenciarme del que me quiere hacer la competencia y llevarse al macho o a las hembras más dotadas.
Parece natural que una clase dominante nos dirija y nos lleve al estado del bienestar. El modelo político que tenemos es una expresión de espíritu de manada que convive conmigo cada día. Pues todo es jerarquía, incluso cuando comemos, o vamos al baño. Puedo comer langosta o frijoles, pero uno es más caro y el otro más barato y luego puedo ir a un baño que tenga pedales y grifos de oro o a una letrina.
Este concepto jerárquico se hace patético cuando surge el santo y el pecador. No hay droga más dañina que el que termina siendo maestro espiritual de la noche a la mañana y sale a la calle a darte la chapa para salvarte de tu ignorancia. Está el contactado con los dioses y el "tonto del culo" que no se entera de nada y que tiene que pagar un curso de preparación para contactar con los extraterrestres, a la vez que llena los bolsillos del gurú y alimenta la vanidad del enviado de los dioses. En los cultos religiosos, se sigue el mismo modelo, puesto que entre Dios y el "pobre ignorante de la calle" existe una casta "elegida por Dios" para guiar nuestros pasos hacia conceptos como el cielo, el limbo o el paraíso donde se reparten doncellas por docenas a quien se haya plegado a los deseos de la casta sacerdotal. Lo curioso es que el Dios que pretenden servir o trasmitir, no es sino un pobre invento de lo que unos pocos vislumbraron como modelo de perfección. Siempre he dicho que si estos enviados de Dios, consiguen vislumbrar tan solo una décima de segundo de la concepción de la dimensión superior, la vergüenza les haría callar para siempre y dejarían de vendernos necedades religiosas inventadas por un dios que tan solo existe en las alucinaciones de algún profeta fracasado del pasado.
Nos hemos acostumbrado tanto a este modelo jerárquico bendecido por Dios, que votar; según nos dicen, es un privilegio y un deber moral. Para ser un buen ciudadano debo votar una lista cerrada donde el primero, segundo o cuarto es un incapaz, un chorizo o un tonto. Debo votar para perpetuar en el poder a verdaderas sectas políticas basadas en la obediencia ciega y en el sometimiento a los favores que te da una institución que te pone un cargo a tu disposición.
Lo curioso es que si citamos nuestro amor por la patria o nuestro amor a la democracia, ahora mismo VOTAR no solo no es un deber, sino un delito grave de omisión por dejar que las cosas sigan igual que siempre. Si amo a mi patria no debo votar o facilitar este estado de cosas. Pero no basta con no votar, sino poner en marcha alternativas activas que puedan cambiar este estado de cosas.
Lo he dicho muchas veces y vuelvo a expresar ahora la misma idea que debe abrirse paso poco a poco entre los seres conscientes.
Yo creo que la democracia requiere de un sistema asambleario sencillo de aplicar. Vuelvo a explicarlo en síntesis.
- Si por ejemplo son 30.000.000 millones de personas con derecho a voto, basta con seleccionar cada cuatro años a un diez por ciento de ciudadanos para crear asambleas que puedan formar un gobierno que dirija la nación.
- Si de mi barrio somos dos los que hemos sido designados por sorteo, basta con tomar un café y preguntarle: ¿Tu qué haces en la vida?....pues yo soy licenciado en tal o cual materia y tengo esta trayectoria, este dinero y estas ideas. Yo soy peinaovejas, y aunque tengo la misma dignidad que tu, entiendo que tú estás más preparado que yo, por tanto debes ser tu quien nos represente en la siguiente asamblea.
- En la segunda asamblea, ya no nos juntamos los de mi barrio, sino los de los cuatro pueblos de mi zona y tan solo tenemos que hacer una comida o reunión, donde por conocimiento directo de mis vecinos designamos a los más cualificados, que pasan lógicamente a la siguiente y así sucesivamente hasta conseguir el cuadro dirigente del país. En el mismo cuadro se integra la oposición. No puede hacerse hoy para mañana deshacerse, como viene siendo habitual en nuestros tiempos.
- Por encima de este gobierno elegido por el pueblo estaría un Consejo de Sabios, que necesariamente tienen que ser mayores, transparentes y cualificados. Este Consejo velaría por la Constitución. No como ahora que es el ejército el que puede cargar contra el pueblo pues es el ejército el que garantiza la Constitución. Este consejo de sabios no tiene poder ejecutivo sino consultivo y en todo caso sería quien retomaría el rumbo en caso de que el gobierno de turno pusiera en peligro la nación. No sea como ahora que en España tenemos un 22% de parados ( en realidad 28% contando autónomos) Y más de un millón de familias en las que ningún miembro trabaja y el pueblo no puede hacer nada sino esperar al final de la legislatura pues el gobierno actual no dimite ni tiene sentido de estado ni autocrítica.
- El gobierno elegido democráticamente puede utilizar asesores en diversas materias. Y desde luego a los cuatro o cinco años dejaría el gobierno para comenzar otras elecciones iguales a las anteriores.
- Los políticos actuales dirían que el pueblo no está preparado para gobernar. Desde luego visto el estado actual de la política nacional e internacional, esta clase dirigente no puede juzgar en ese sentido dado su fracaso. Y entre 30 millones de ciudadanos me niego a pensar que no puede haber una docena o dos de hombres cualificados dentro de las diversas ramas del conocimiento, de la industria, del comercio y de las relaciones internacionales.
- Este esquema se puede considerar una utopía, pero todo proyecto nace de una idea básica que nace, se perfecciona y se realiza en el tiempo. Tenemos una herramienta que hace cien o mil años no existía. Me refiero a los actuales medios de comunicación y a Internet, Por primera vez en la historia del hombre podemos enviar una información simultánea a millones de seres y verse en tiempo real con un coste mínimo.
- Se trata de crear un partido de todos los descontentos, los que no votamos y los que tienen otros valores sociales, políticos y morales. Este partido tendría su fin en el momento en que por mayoría absoluta cambiara la Constitución y comenzara el MODELO ASAMBLEARIO que expongo en este artículo.
- Se puede hacer mejor: Por supuesto, esta idea debe circular, debe ser alimentada y canalizada y dirigida por personas cualificadas hasta conseguir llegar a ese hipotético cambio.
- Desparecerían los partidos políticos, que son realmente una lacra para la sociedad del siglo XXI.
Luego, cuando este hipotético gobierno existiera, se cambiarían todas las cosas que ahora no funcionan. Por supuesto, pero primero tenemos que conseguir un modelo básico que funcione y que no perpetúe una clase de incapaces que nos están llevando a extremos preocupantes.
Como antes he dicho, esta es una idea que puede ser recogida, alimentada y divulgada por quien tenga la inteligencia y los medios para realizarlo. Así tendremos menos Mesías, iluminados, gurús, y políticos que en nombre de la patria nos están haciendo la vida imposible.
Algunos pueden decir que esta es una utopía imposible de realizar, pero sería bueno que se repare en quién y cómo se inició la Revolución Francesa, por parte de masones y francmasones al igual que se puede comprobar quienes firmaron la Carta Magna de los Estados Unidos. Eran visionarios, locos e inadaptados que como en la Revolución Rusa pusieron en marcha un cambio que propiciara una mayor justicia social. Por supuesto que el modelo soviético fracasó y que Estados Unidos nada o poco tiene que ver con el modelo que se creó en su Constitución. Y por supuesto que esta idea no saldrá adelante fácilmente pues no somos ilusos, Si, pero no me resisto a no hacer nada o a no gritar a miles de personas mis ideas. Este e-mail que se envía para el debate llega aproximadamente a cien mil correos. Si tu lo recoges, lo mejoras, lo debates y se la envías a otros tantos miles, podemos comenzar a sembrar una inquietud, de esta inquietud nace el descontento y la comparativa, para pasar después a una ilusión que nos saque de la crisis moral y sociológica en la que estamos instalados.
Licerio Moreno
OTRA ALTERNATIVA POLÍTICA
La Democracia actual está totalmente acabada. Su funcionamiento actual hace involucionar a los países. No voy a entrar en si los políticos ganan mucho o poco dinero por hacer mal las cosas y llevar a sus pueblos a la ruina. Tampoco voy a decir que esta clase política es afortunadamente una especie en vías de extinción. En este sistema político si yo fuera Presidente de una Nación con toda seguridad me tendría que comportar tal y como se comportan ellos en la actualidad. Hay que cambiar el Sistema. No se puede avanzar en el desarrollo de un País si el Gobierno va poniendo ladrillos e intentando construir País y la Oposición va por detrás destruyendo todo lo que el Gobierno intenta construir y además se le paga por ello. Al final resulta que no se ha construido nada y el Gobierno es muy malo y la Oposición muy buena. Se producen nuevas elecciones y gana la Oposición que se ha pasado toda la legislatura anterior destruyendo lo que el Gobierno hacia o impidiendo que lo hiciera. Y es más fácil destruir que construir así es que al final de la legislatura el resultado para el país ha sido negativo. Y a pesar de eso a veces conseguimos avanzar algo, pero no será "gracias a" la Democracia y sus políticos sino "a pesar de".
La Oposición anterior se convierte en Gobierno y éste en Oposición. A continuar la guerra y destruir todo lo que el gobierno haga o intente hacer. Y así de milagro nos mantenemos vivos.
Señores, "HAY QUE CAMBIAR EL SISTEMA".
Yo no soy tan drástico como Licerio Moreno (artículo anterior). Mantendría los partidos políticos pero después de las elecciones generales todos los partidos políticos tendrían que tirar en la misma dirección del Presidente electo, que pertenecería al partido político ganador. Todos los partidos políticos tendrían representación en el Gobierno. Tantos ministros en relación al número de votos conseguidos. Todos los partidos políticos estarían en el Consejo de Ministros. Todos sumarian y ninguno restaría. Resultado, el País avanzaría a una velocidad vertiginosa.
En este sistema de gobierno no existiría la Oposición.
Cuatro años después se celebran Elecciones Generales. Quince días de Campaña Electoral en la que se hace el resumen de lo que ha aportado al País cada partido político a través de sus representantes como Ministros en el Gobierno de la Nación. Gana las elecciones el que mejor lo hizo y forma gobierno de nuevo con todas las fuerzas políticas. Y todos tiramos en la dirección que acuerda el Presidente y su Consejo de Ministros. No es tan difícil.
Y lo más importante de todo es que la Jerarquía Política no se basa en el mayor poder económico de sus miembros sino en la mayor capacidad de Servicio a la Comunidad.
Santiago Merino